La versión de Ana Julia parece la de un accidente, una riña con Gabriel que se le fue de las manos: podría ser una estrategia de su abogada para alegar que fue un homicidio, castigado con hasta 15 años de cárcel. Su declaración también podría evitar la prisión permanente revisable al asegurar que golpeó a Gabriel en legítima defensa cuando el niño intentó agredirla.

Además en los últimos días se ha mostrado colaboradora con la Guardia Civil, incluso ha reconocido los hechos, quizás para intentar una rebaja en su pena.

Pero los investigadores parecen tenerlo claro y sospechan que Ana Julia se llevó al niño hasta esta finca solitaria para acabar con su vida. Creen que podría haber premeditación, por eso investigan si días antes pudo estar en esta casa prepararando el escenario del crimen. Una muerte planificada que terminó con la ocultación del cadáver.

Recordemos que Ana Julia primero negó los hechos, pero la pillaron con el cadáver en el maletero de su coche. Demasiadas evidencias y aunque al principio se mostró poco colabora, se derrumbó: confesó que mató a Gabriel, pero con matices, que si consigue demostrarlos, podrían evitarle entre cinco y diez años de prisión.