La organización Colectivo Feminista para del Desarrollo Local de El Salvador denunció una "grave" situación de suicidios de niñas por embarazos "impuestos", la mayoría fruto de violaciones.

La activista Alejandra Burgos señaló que desde el 2011 al menos 42 niñas embarazadas se suicidaron en El Salvador.

"Se ha encontrado que estas 42 niñas ingirieron veneno para quitarse la vida porque estaban viviendo un embarazo impuesto (...) y en muchos de estos casos es la violencia sexual la que las ha llevado a tener un embarazo", explicó.

Añadió que, pese a la existencia de leyes que castigan la violencia contra las mujeres en el país centroamericano, las jóvenes violadas y que no tienen opción de abortar por la prohibición total de esta práctica se enfrentan a la "discriminación, a una serie de señalamientos y de recriminaciones".

Apuntó que a estos elementos se suma el que las víctimas "no tienen la confianza y tienen mucho miedo de denunciar la violencia sexual que enfrentan", y que la "desesperación" por la falta de protección estatal "las lleva a quitarse la vida".

"Es una situación grave y que se puede considerar que es un feminicidio de Estado, porque si no se toman las medidas necesarias para poder prevenir este tipo de situaciones hay una responsabilidad del Estado", subrayó.

Por su parte, la diputada del Parlamento Europeo por Bélgica, Bodil Valero, llamó al Estado salvadoreño a despenalizar el aborto para que "ninguna niña o mujer se suicide debido a haber quedado embarazada".

Un estudio presentado Fondo de Población para las Naciones Unidas a inicios de agosto de 2016 da cuenta de que cada día del año 2015 un total de 69 niñas y adolescentes quedaron embarazadas, lo que significa una media de una cada 21 minutos.