Oculto con un casco de
moto y sin ganas de contestar a ninguna pregunta, así ha salido de los
juzgados, echando a correr e incluso empujando a un periodista. "Siempre se
niega a declarar, hay muchos indicios contra él", explica Diego González,
abogado de 17 víctimas.
Sin embargo, este lunes
salía de los mismos juzgados con actitud casi triunfante, sonriendo y charlando
animadamente con los periodistas.
Fuera de micrófonos
admitió que podía ser un golfo pero que todo el dinero que le han prestado sus
denunciantes lo han hecho por voluntad propia. Sus víctimas insisten en que es
un peligroso embaucador sin escrúpulos: "Me dijo que le perseguían unos
colombianos a los que debía pasta, me robó dos discos duros y un bolso y, para
devolvérmelos, me obligó primero a acompañarle a la banco".
A ella le estafó, asegura,
50.000 euros de una herencia e incluso denuncia que robó a su abuela. Mientras tanto, Cavallé
sigue en las redes y dice que ahora que es famoso incluso liga más que antes.