De los 10 tiburones; siete de ellos, vivos, eran de la raza trozo; dos leopardos, muertos; y otro cabeza de martillo, también muerto. Su tamaño medio era un metro de largo. Fuentes oficiales han asegurado que los expertos en vida salvaje cogieron muestras de sangre y midieron a los tiburones antes de transportarlos al Acuario Long Island, según ha informado Fox.

Todavía se desconoce qué llevó a los profesionales acudir a esa casa concreta para investigar su sótano. Por el momento, nadie ha sido acusado formalmente de ningún delito y la investigación continúa llevándose a cabo.