Ada Colau pide prudencia y mesura a la oposición, porque en su opinión "quieren generalizar ese hecho como si en Barcelona estuvieran las calles incendiadas y además hablan de kale borroka y violencia".

Les acusa de querer generar una mala imagen de Barcelona y lo califica de inadmisible porque "lo que no vale es inventarse que hay una situación de violencia generalizada en Barcelona".

Desde Madrid, Cristina Cifuentes continúa acusando a la alcaldesa de la ciudad condal de tibieza y poca contundencia aunque dice no querer polemizar. "Frente a la violencia no vale un discurso tibio, hay que actuar con contundencia", afirma.

Y recalca que no es alarmismo pero que los ataques turismófobos no son casos aislados. Sin embargo, la alcaldesa de Barcelona mantiene su posición recordando que "es un caso aislado y hemos hecho lo que teníamos que hacer".

De momento el Ayuntamiento de Barcelona continuará ayudando en todo lo que pueda, mientras que el Ministerio de Industria y Turismo se plantea ir mas lejos y personarse a través de la abogacía del Estado contra los ataques turismófobos.