En un momento del
interrogatorio, su abogado le ha preguntado si proclamar 'Alá es grande' es
como si un católico afirma 'viva la virgen del Rocío, a lo que Orellana,
apodado 'Yacoub', ha contestado: "Sí, es como decir 'viva Nacho
Vidal'".
De este modo, el acusado
ha negado todos los hechos que se le imputan y ha dicho que nunca ha
pertenecido a ninguna célula terrorista y no ha sido líder de niguna. "Si
no pude llegar a hacerme autónomo", se ha quejado Orellana, que antes de
ser detenido era frutero.
La Fiscalía pide siete
años de prisión para Jacob Orellana por integración en organización terrorista,
en concreto por formar parte, junto a otras nueve personas, de la célula
'Fraternidad islámica. Grupo para la predicación del Yihad', que fue
desarticulada en Terrasa en la denominada 'operación Caronte' en la primavera
de 2015.
Jacobo Orellana es uno
de los conversos de este grupo y, según ha explicado a preguntas de su abogado,
el Cristianismo y el Islam no son religiones tan diferentes porque comparten
"muchas cosas". "Buscando en el Cristianismo, acabé en el Islam",
ha comentado.
El acusado, que se ha
declarado "catalán no independentista", ha dicho no conocer a los
otros imputados en esta causa. Sólo ha señalado que puede haberlos visto en la
mezquita de Terrasa donde se conocieron y que en ningún momento habló con nadie
de atentar en España.
"Si alguien me dice
que va a atentar en mi tierra, o me entra la risa o voy a la Policía. En los
atentados de Barcelona casi muere mi prima. ¿Voy a celebrarlo sólo porque sea
musulmán?", ha manifestado.
En cuanto al azufre,
libros religiosos y otras cosas halladas en su domicilio durante los registros
policiales, Orellana ha explicado que vivía allí de 'okupa' y que la casa la
utilizaban también otras personas para guardar objetos personales y ha
garantizado que lo que se le atribuye no era suyo.
Así, ha negado haber
tenido una libreta encontrada en la casa con reflexiones como 'Alá castiga a
los no creyentes a pesar de que hagan buenas obras', y ha afirmado que el Islam
le ha enseñado "los valores del respeto a la gente" y que no le
interesa "castigar a nadie", sino que "entren en el Islam".
Orellana ha dicho que no
puede negar que alguna vez habló con sus amigos a la salida de la mezquita
sobre la guerra de Siria o sobre el Estado Islámico, pero ha subrayado que eso
no significa que sea terrorista.
A pesar de que Orellana
ha dicho que no tenía ninguna relación con los otros presuntos miembros de la
célula, otros dos de los acusados sí que han dicho conocerse unos y otros, pero
han asegurado que no eran amigos íntimos, que sólo les conocían de haber
hablado de vez en cuando con ellos o de almorzar después de salir de la
mezquita.
De hecho, tanto Gonzalo
Cabezas 'Sulaiman' como David Franco Portolés 'Ibrahim', también conversos por
"convicción personal", han indicado que alguna vez hablaron con los
otros acusados, pero que nunca habían estado los diez juntos hasta el juicio.
Para Cabezas y Franco el
Ministerio Público también pide siete años de cárcel por integración en
organización terrorista, acusación que los dos han negado a preguntas tanto de
la fiscal Dolores Delgado como de los abogados del resto de imputados.
Los dos han reconocido
que conocían al presunto líder de la célula, Antonio Sáez Martínez 'Aali' y han
admitido que estuvieron con otros acusados en la peluquería que regentaba éste.
Incluso, David Franco ha dicho que fue a su casa a que le cortara el pelo, pero
que no era su "discípulo".