Griffith ingresó en 1988 en un centro de rehabilitación para tratar su problemas con las drogas y su adicción al alcohol mientras criaba a su primer hijo, que tenía tan solo tres años. "Yo era una madre funcional, no era como un borracho tirado en el suelo", ha declarado en la revista Porter.

"No hice algunas cosas que probablemente debería haber hecho, pero en general, estaba siempre para mis hijos" añadió la actriz.

A sus 59 años Griffith también ha hablado de su matrimonio con Don Johnson y Antonio Banderas, del que ha declarado que el motivo de su ruptura fue cosa de los dos: "Creo que parte de la razón por la que mi matrimonio con Antonio se vino abajo fue porque me encontraba atrapada".

Tras sus dos matrimonios la actriz estuvo relacionada con hombres como Warren Beatty, Jack Nicholson y Ryan O'Neal pero señala que esa vida ya ha pasado y que ahora vive más relajada: "Ahora soy tímida con los hombres".

Griffith también ha hablado de su adicción a las operaciones de cirugía estética y asegura que llegó un momento en el que no parecía ella: "No era consciente hasta que me lo dijo la gente. Tuve que ir a un cirujano especializado para deshacer muchas operaciones".