La inversión mundial en
territorios de baja tributación ha aumentado un 45% en la última década, más
del doble del crecimiento de la economía mundial durante este periodo. Una fórmula muy utilizada
por las grandes fortunas.
Una compleja ingeniería
fiscal que permite que multinacionales como Apple ahorren más de 76.000
millones en impuestos llevándose su dinero a suelo offshore. También grandes
bancos como Goldman Sachs, que por ejemplo mantienen 511 empresas subsidiarias
en Islas Caimán sin tener ni una sola sucursal allí.
Hace año y medio que
salieron a la luz los papeles de Panamá y nada parece haber cambiado. Lo
constata José María Peláez, que participó como ponente en la comisión que se
creó en el Parlamento Europeo tras el escándalo: "Se propusieron medidas muy
efectivas que luego la Comisión Europea no aprobó porque no hay voluntad de acabar con los paraísos
fiscales".
En los Paradise Papers
hay 127 líderes internacionales implicados. Son, precisamente, los que tienen
potestad para cambiar las reglas del juego. Solo en España, en el último año, la inversión
hacia territorios de baja tributación se ha multiplicado por cuatro.