El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha decidido dar la palabra a los grupos parlamentarios ante la "situación grave y compleja que vive el país". "Hoy no puedo decir que sea un buen día", ha dicho Torrent al arrancar el pleno, en el que no habrá segunda votación de investidura a la presidencia de la Generalitat de Jordi Turull, encarcelado, sino que se suspenderá tras abrirse un turno simbólico de intervenciones.

Tras las entradas en prisión, Torrent ha subrayado que no es "un momento normal" sino "profundamente excepcional", ya que Turull "debería estar aquí" para someterse a la segunda jornada del pleno de investidura, después de que su primer intento, el pasado jueves, fracasara debido a las cuatro abstenciones de la CUP.

Torrent ha denunciado las "injerencias externas" de los "poderes del Estado", que "están impidiendo que la voluntad de la ciudadanía" expresada en las urnas el pasado 21 de diciembre se traduzca en la elección del nuevo presidente de la Generalitat. Visto que Turull no puede asistir a la segunda vuelta de su investidura, Torrent ha constatado que la segunda votación "no se puede celebrar", por lo que ha decidido "suspender" el pleno, aunque antes será "necesario hablar", porque "si actuásemos como si nada hubiese pasado estaríamos justificando una situación de injusticia y represión".

Por ello, ha abierto un turno de intervenciones de 15 minutos para cada uno de los grupos parlamentarios y ha prometido trabajar por los presos y "exiliados" independentistas: "No descansaré hasta que no estéis en casa vosotros", ha dicho, unas palabras respondidas con un largo aplauso desde la bancada soberanista.