El funeral corpore insepulto por el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez se ha celebrado en la catedral de Ávila. Los restos mortales de Suárez han entrado en el templo a hombros de agentes de la Policía Local, con los acordes del himno nacional y mientras doblaban las campanas de la catedral.

En el interior, el féretro ha sido recibido por el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, junto con el cabildo catedralicio y, tras una monición, el prelado ha dirigido una breve oración.

A continuación, la comitiva ha cruzado la nave central de la catedral hasta el altar mayor, a cuyos pies se ha depositado el féretro en un catafalco. Junto a él se han depositado el Collar del Toisón de Oro y el de la Real Orden de Carlos III.

Junto a monseñor García Burillo, el funeral ha sido concelebrado por el obispo de Segovia, Ángel Rubio; el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, que es oriundo de esta ciudad, y el cardenal Antonio Cañizares, que también fue obispo de Ávila y era amigo y confesor de Suárez.

Además de Rajoy y Herrera, han asistido los consejeros castellanoleoneses, el expresidente del Gobierno José María Aznar y numerosos exministros de Adolfo Suárez y de otros gobiernos democráticos.