Sor Lucía Caram, una de las monjas españolas más conocidas y activas en redes sociales, ha expresado su apoyo al exjefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluis Trapero. Lo ha hecho a través de su cuenta personal de Twitter, donde ha publicado un poema que ha sido compartido cientos de veces. Activo en la construcción de la paz. Imparable en su lucha contra el terrorismo. Eficaz en la organización de los equipos de trabajo. Insobornable en las exigencias de su profesión. Una gran persona a la que acusan de inacción. Aquí el compromiso se llama #MajorTraperoAccion", reza su mensaje en la red social.

Sor Lucía envía de esta forma un mensaje de ánimo a Trapero el día en que el exMajor afronta su tercera comparecencia ante la juez Lamela y responde a una nueva imputación por sedición por el 1-O, que podría acarrearle ser también investigado por organización criminal. Trapero ha acudido con semblante serio y abrigo negro acompañado de su abogada Olga Tubau.

Su sucesor al frente de la Policía autonómica, Ferrán López, ha sido también llamado a declarar en calidad de testigo. La última vez que Trapero compareció ante la juez de la Audiencia Nacional, el pasado 16 de octubre, la Fiscalía pidió su ingreso en prisión sin fianza, pero finalmente quedó en libertad con medidas cautelares: comparecencias quincenales, retirada del pasaporte, prohibición de salir de España y fijación de domicilio y teléfono.

En esta ocasión, la magistrada le ha citado de oficio, sin previo informe de la Fiscalía, y por ello cabe la duda de si mantendrá la petición de prisión que hizo cuando José Manuel Maza ostentaba el cargo de fiscal general del Estado o si su sustituto, Julián Sánchez Melgar, se decantará por una medida cautelar menos drástica, como una fianza. Al dejarle en libertad con las citadas medidas, Lamela precisó que la investigación se circunscribía al asedio a la Guardia Civil del 20 de septiembre, a la espera de ampliarla al 1-O, y que su actuación en ese episodio no estaba aún "suficientemente perfilada" para vincularle directamente "a hechos tan graves como los que esos días sucedieron".

Ahora, tras practicar diligencias, entre ellas la toma de declaración al coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, la juez ha concluido que la actuación de los Mossos ese día y el 1-O "fue dirigida a obstruir cualquier actuación que bloquease el plan estratégico hacia la independencia" y por eso "la policía autonómica también fue utilizada para controlar las acciones" de las otras Policías.

Con esa finalidad, se diseñó un "plan premeditado", "que procedía de la cúpula policial de Mossos d'Esquadra, cúpula comandada por Josep Lluis Trapero y en conexión directa con los miembros del comité estratégico", al que aludía el documento Enfocats. Dos días después de que Lamela notificara este auto, la Fiscalía pedía ampliar la investigación a la cúpula de los Mossos para imputar también al entonces superior de Trapero, el exdirector de la Policía autonómica Pere Soler; y al ex secretario general de Interior César Puig, segundo del exconseller Joaquim Forn, que se encuentra en prisión junto a Oriol Junqueras y los "Jordis".

Realmente -añadía el fiscal- actuaron de "correa de transmisión de las instrucciones" de los responsables políticos "ordenando ejecutar o abstenerse de las órdenes judiciales y del cumplimiento de la Ley". La juez cree que Trapero se encargó del diseño de "un sistema de comunicación entre los agentes" y "sus mandos superiores que supuso una ralentización de las comunicaciones, lo que produjo, aún más si cabe, una ineficacia en la actuación", por lo que ha reclamado a los Mossos que identifiquen a las personas y los medios empleados en ese operativo.