Desde el Consejo de Ministros, Rato pilotaba las privatizaciones de grandes empresas públicas. Fuera de él ordenaba a esas mismas empresas que contrataran con sus sociedades familiares, como Cor Comunicación, según la Guardia Civil: "Cor Comunicación fue una empresa creada ex profeso para la percepción de abonos procedentes de las empresas privatizadas".


El informe de la UCO, al que ha accedido El Mundo, resalta que en esta sociedad, opaca desde su constitución, el 98% de su facturación llegó de entidades privatizadas. Entre el 98 y hasta 2013, el entramado familiar de Rato facturó 82 millones de euros a empresas privatizadas, 31 de ellos durante su mandato al frente del FMI.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores se han servido de testimonios como el de Vicente de la Calle, presidente de Azucarera Ebro el 99. Ante la Guardia Civil declaró que fue el propio Rato quien le impuso trabajar con la empresa de su familia: "Preguntado si conoce Cor Comunicación, manifiesta que sí, que le llamó el ministro Rato y le dijo que para el tema de comunicación de Azucarera se iba a nombrar una empresa desde el Ministerio".

El informe cuestiona cómo esta empresa pudo facturar tanto con su poca experiencia, una facturación que siguió engordándose con Rato al frente del FMI.