Pocas semanas antes de fallecer, Rita Barberá se puso en contacto con el ahora ya exministro Fernández Díaz, como ha podido saber la Sexta Noticias, y lo hacía con este SMS: "Simplemente recordarte la nueva carta de amenaza de muerte que he recibido. Esta vez me dan plazo hasta el día 1. Bss. Espero verte días después. Rita".

No era la primera vez que sufría coacciones, y es que en enero de 2015 y este pasado verano recibió dos sobres con balas. Tras estas informaciones, el actual ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, afirma que "no era la primera vez que ella denunciaba, yo sabía que le enviaron un sobre con balas".

Barberá pasó sus últimos días en Madrid, en un hotel cercano al Congreso de los Diputados, donde no hacía mucho, ya que sus compañeros evitaban saludarla.

Ese hotel le sirvió de reducto tras su incómoda declaración ante el Tribunal Supremo. Allí permaneció encerrada y no salió ni para comer, de hecho se sabe que su última cena fue una tortilla y una copa de whisky.

Tras su muerte, se conoció algo más de su estado de salud y no han faltado las peticiones a la reflexión, como la de Esteban González Pons, portavoz del PP en el Parlamento Europeo, que opina que "es peor el daño del juicio paralelo que las condenas que se producen, hay que hacer una reflexión".

Esa reflexión también afectaría al PP, y es que algunos compañeros aseguran que en los últimos meses se ha hablado demasiado de Rita Barberá.