Lo primero que hará Rajoy al subir a la tribuna del Congreso es sacar el reloj, para afirmar que en España "necesitamos un Gobierno con urgencia". Ante Sánchez esgrimirá el argumento estrella, el de la prisa, algo en lo que insiste la vicepresidenta en funciones, recordando que "España necesita un Gobierno, y lo necesita con urgencia".

La estrategia popular pasa por depositar sobre los hombros socialistas el peso de una gran carga, porque "el PSOE es un partido que ha gobernado en España, y como tal debe actuar con responsabilidad".

Y se espera que Rajoy presione al PSOE con la sombra de las terceras elecciones tal y como lo ha hecho Hernando, pidiendo al resto de partidos que "si lo que están pensando es en terceras elecciones porque piensan que van a mejorar, que lo digan".

Si en el anterior debate de investidura ridiculizaba el acuerdo PSOE-Ciudadanos recordando el pacto de los Toros de Guisando, a Rajoy ahora le tocará poner en valor el suyo con Rivera con un tono, que salvo sorpresa, se espera que sea menos bronco que hace unos meses.