"Esto no es una trama del PP, es una trama contra el PP". Cuando Rajoy pronunció estas palabras hace ya nueve años pocos imaginaban que terminaría declarando como testigo.

Pero a tres días de enfrentarse a unos de los peores tragos de su carrera política Rajoy se prepara, "con normalidad", para responder ante el juez sobre las adjudicaciones a empresas de la trama durante su etapa como vicesecretario general del partido y responsable de asuntos electorales entre 1990 y 2003.

Y aunque la cita forma parte de la primera época de la Gurtel, el interrogatorio podría girar entorno a la financiación irregular de su partido, incluyendo preguntas relacionadas con las visitas constantes de Correa a Génova y su supuesta reunión con Rajoy cuando ya era presidente.

El señor Francisco Corrrea, no tengo claro que lo conozca, pero según me dice todo el mundo estaba en todos los actos del partido. Una cita difícil para el presidente que por la que habría bloqueado su agenda durante cinco días.

Hasta el momento la línea de algunos testigos ha sido responsabilizar a los tesoreros del partido, hablar de la renovación de Génova, desvincularse completamente del entramado, y defender una y otra vez, la honorabilidad de su partido: "He prometido que iba a luchar contra la corrupción en España y estoy cumpliendo mi palabra".

"Hemos puesto medidas para luchar contra la corrupción". Pero lo que diferencia a rajoy del resto de los testigos es que el próximo miércoles a partir de las 9 y media declarará desde los estrados laterales donde suelen sentarse abogados y fiscales. Se evitará así la foto de Rajoy testificando con todos los acusados detrás.