"Ni un paso atrás" le gritan a Puigdemont a su llegada al homenaje a Lluís Companys: "Fue fusilado por ser, precisamente, president de Cataluña" recuerda Puigdemont. Algo más de dos minutos de discurso pero repleto de mensajes para el Gobierno y pistas a menos de 20 horas para que se le acabe el plazo que le dio Rajoy: "El Govern y yo queremos reiterar nuestro compromiso con la paz, con el civismo, la serenidad, y la democracia como inspiradores de las decisiones que debemos tomar".

Pistas a un lado, llegan los dardos contra el ejecutivo de Rajoy: "Elige como socios de manifestación a los que alzan el brazo fascista con total impunidad". Responde también a la acusación del líder del PP catalán sobre que en las escuelas se enseña a odiar a España: "Contra la indignidad de algunos políticos que calumnian nuestra escuela, la dignidad de nuestros maestros maestros".

El president pide que en estos duros momentos dice, para Cataluña esperanza: "Contra la violencia, civismo. Contra las amenazas y el miedo, esperanza. Contra los provocadores, serenidad. Frente a los insultos, respeto". Se le acaba el tiempo: si no responde al requerimiento de Rajoy, el Gobierno activaría el jueves como tarde el 155 para controlar la administración catalana.