En sus cartas, Gracia Ballester pedía protección al actual presidente de Acuamed por el acoso al que la sometía Arcadio Mateo.

Tampoco había recibido respuesta de su predecesor en la presidencia, Federico Ramos. En varias misivas que publica la Cadena Ser, la ingeniero denunciaba presiones del director general para beneficiar a contratistas o dar buenas puntuaciones a determinadas empresas.

"...estuve sufriendo continuas presiones por parte de Arcadio Mateo para que tramitáramos una liquidación de esta obra de forma que ascendiera a un 10%, a pesar de que los informes (...) acerditaban que dicha liquidación debía ser negativa", afirma en una de las cartas. Era la obra para evitar las inundaciones producidas por el río valenciano Serpis.

Cuando estalló el escándalo, Pablo Saavedra encargó una auditoría externa. "A falta de la información conviene que tengamos el conocimiento de la gestión", afirmó Saavedra ante los medios. Era imposible, decía, conocer los hechos que hubieran dado lugar a delitos.

Sin embargo, la Secretaría de Estado que encabeza había recibido las cartas en julio. El organismo explica su inacción por la ingeniero estaba inmersa en un expediente disciplinario instado por Arcadio Mateo.