Desde las 14.00 horas del Jueves Santo la bandera nacional ondea a media asta en todas las unidades y cuarteles militares, para conmemorar la muerte de cristo. Se cumple así, por segundo año, una orden del Ministerio de Defensa.

Sin embargo, se trata de una medida que cuestiona la aconfesionalidad del Estado y que se olvida de quienes profesan otras religiones. El politólogo Pablo Simón cree que "deberíamos ir hacia un estado más neutro para que la gente se sintiera más perteneciente al Estado".

Para el Defensor del Pueblo, lo lógico sería prescindir de estos "honores fúnebres militares", mientras que la ministra de Defensa vuelve a tirar de tradición para justificar su postura: "No se quiere sacar partido de nada, es solo una tradición que forma parte de nuestra cultura". Para Compromís, sin embargo, esto recuerda a otra época.

Este jueves medio gobierno asiste al desembarco de la legión en Málaga. Un día antes, los ministros Catalá, Zoido y Cospedal ya se dejaron ver en otros actos religioso con motivo del inicio de la Semana Santa.