Quería mejorar su reputación tras verse salpicada por la corrupción y, según el juez, utilizó fondos públicos para pagarlo.

Pilar Barreiro encargó los trabajos a Alejandro de Pedro, considerado el conseguidor de la Púnica y nexo común en la obsesión de algunos políticos del PP para limpiar su imagen.

Lucir bien en las redes le costó el cargo y la imputación a Pedro Antonio Sánchez. Según la Fiscalía, habría amañado contratos de la consejería de educación para pagar a de Pedro.

Y de Murcia, a Madrid, donde se investiga el pago de fondos públicos para mejorar la reputación online de altos cargos de los gobiernos de Esperanza Aguirre.

Empezando por ella, que trataba de sobreponerse a cuando le lanzaron una tartera en un colegio para protestar contra los recortes en educación. La UCO tiene pruebas de que las empresas de Alejandro de Pedro trataron de neutralizar esta noticia.

Lucía Figar, que está imputado en Púnica por haber gastado, según los investigadores, 72.000 euros de su consejería en neutralizar las acciones de la marea verde contra ella.

La UCO también investiga si Ignacio González y Ana Botella también pagaron con fondos públicos su lavado de cara.