Sánchez ha participado en Bruselas en su primera cumbre de la Alianza y, en conferencia de prensa a su término, dijo salir "razonablemente satisfecho" porque cree que, pese a las dificultades que se preveían, se reforzó la imagen de unidad de los aliados.

El debate principal de la cumbre fue la carga de gasto de los socios de la OTAN, ante la que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a quien saludó por primera vez Sánchez, llegó a plantear que el objetivo del 2% del PIB en gasto de defensa se aumentará al 4%.

Pedro Sánchez ha dicho tener la intención de mantener la "hoja de ruta" trazada por el Gobierno del conservador Mariano Rajoy en relación con los gastos en defensa. El Gobierno anterior, junto al resto de socios de la Alianza, se comprometió a conseguir que en 2024 el 2% del PIB se destine a defensa, pero posteriormente la exministra de este departamento María Dolores de Cospedal reconoció que para ese año España sólo podría gastar el 1,53% de su Producto Interior Bruto.

"Recogemos el testigo de otras administraciones. No queremos romper la coherencia de la política de defensa que España ha aportado en las últimas décadas a la OTAN. En ese sentido, intentaremos llegar a esos compromisos fijados por la anterior administración", ha explicado.