No habrá en la Ejecutiva que se vota dirigentes regionales, barones que en su inmensa mayoría apoyaron a la gran rival de Sánchez en las primarias, la presidenta andaluza, Susana Díaz.

Casi todos han preferido guardar silencio en la primera jornada del Congreso para evitar interferir en el debate del partido, en tensión constante en los últimos meses.

A pesar de la división, los seguidores de Pedro Sánchez calculan que su nueva dirección contará aproximadamente con el apoyo de un 80% de los delegados, un porcentaje alto teniendo en cuenta el estado en que quedó el partido tras la crisis de octubre y la abrupta marcha del secretario general reelegido en las primarias.

Destacados 'susanistas' directamente optarán por no acudir hoy a la votación, alegando compromisos inexcusables en sus lugares de origen. La propia Susana Díaz sí ejercerá su derecho al voto, aunque después no asistirá al mitin de Sánchez previsto para el mediodía en un pabellón de IFEMA cercano al Palacio Municipal de Congresos donde se celebra el cónclave socialista.