Pablo Iglesias confiesa que no pensaba que la compra de su casa con Irene Montero fuera a generar un debate de las dimensiones que se ha generado. Además, cuenta que "no es necesariamente sencillo que los paparazzis te roben fotos cuando sacas a los perros o vas al hospital".

El secretario general de Podemos también lamenta que esas fotografías que después se comercializan por cantidades que van "hasta los 30.000 euros" contengan incluso "detalles de las ecografías".

Continúa explicando que no pensaba que el hecho de querer criar a sus hijos "en un contexto más tranquilo pudiera suponer un debate que pusiera en cuestión su credibilidad". Pero que llegados a ese punto y cuando incluso dirigentes del partido lo ponen en cuestión, lo que debe hacer es "dar la cara".

Iglesias aclara que le gustaría que las bases confirmaran su credibilidad, pero afirma: "Si nos ordenan dimitir, dimitiremos".