"Una cosa es la política, la otra es que los niños se crean que esto es un cementerio". Maribel se acerca con un objetivo, quitar las cruces amarillas que inundaban la playa de Llafranc en Girona.

La Policía no llega y el ambiente se caldea. Maribel sigue grabando hasta que la discusión llega a su punto álgido y empieza a quitar las cruces una por una con los aplausos de algunos vecinos que le animan.

Es la tensión que se ha vivido estos días en las playas catalanas. Los políticos independentistas le quitan importancia.

En Canet de Mar la estampa se repetía y los enfrentamientos acabaron con varios heridos leves.