La duda es si participarán en esas elecciones ya fuera de prisión el resto de miembros del Govern cesados. Con su causa finalmente en el Tribunal Supremo, podría ocurrir lo que ya sucedió con la mesa del Parlament: se abriría una posibilidad para que salieran en libertad, como ya han pedido desde el independentismo e incluso Comunes y el PSC.

Fueron juzgados y enviados a prisión por la jueza Lamela de la Audiencia Nacional, quien los llegó a calificar de "organización" que actuó con "premeditada estrategia". Sin embargo, en sus declaraciones, algunos exconsellers rechazaron el delito de rebelión del que se les acusaba porque, según alegaron, rechazan la violencia.

El exconseller de Interior, Joaquim Forn, negó que hubiese dado instrucciones a los Mossos para que desobedecieran: "Al contrario. Siempre he dicho que me gustaran o no los mandatos judiciales tienen que cumplirse". En sus nuevos recursos de apelación para salir de prisión, algunos como Jordi Turull y Josep Rull, acatan por primera vez el 155.

Pero otros, como el exvicepresidente Junqueras no lo acata explícitamente, aunque sí reconoce "el proceso electoral fijado", dice, "por el Gobierno de España". A partir de ahora, y sin plazo fijado, podrá ser el juez del Supremo Pablo Llarena o bien los abogados de la defensa quienes soliciten que los encarcelados acudan de nuevo a declarar para revisar su situación de cara al futuro.