Pedro Sánchez llega a la Presidencia del Gobierno horas antes de que se levante el 155 en Cataluña y uno de sus mayores retos será la cuestión territorial

Sánchez ha vuelto a echarle en cara a los populares el uso de la confrontación entre territorios como herramienta política. "Han utilizado el País Vasco y Cataluña diciendo que querían gobernar, pero sin escuchar", ha señalado en el Congreso.

El nuevo presidente del Gobierno ha aprovechado para mandar un mensaje a los partidos catalanes: "Este Gobierno quiere que Cataluña esté en España y escuchará a Cataluña".

Para eso Sánchez ofrece diálogo y una visión de España distinta a la del Partido Popular. "Dentro de la nación española hay quienes se sienten nación y podemos perfectamente convivir juntos", añade.

Mensaje que los partidos catalanes han recibido con escepticismo. Desde Cataluña ya le exigen que de el primer paso. Asumen que no negociará un referéndum, pero esperan algo más que volver a negociar un Estatut. Es el momento, dicen, de las propuestas.