Entre gritos y acusaciones, la 'normalidad' ha sido la protagonista de la entrada de Miguel Blesa a la Audiencia Nacional, encargado de abrir fuego durante el juicio.

El primer pilar de su estrategia: poner el ventilador. Afirma que el creador de las 'Black' fue su antecesor en el cargo. "El origen de las tarjetas está en un acuerdo de 1988, antes de que yo llegase a la caja", ha asegurado Blesa durante su comparecencia ante el juez.

De ahí, si se contabilizó mal o no se contabilizó, es cosa de los contables. "Eso no puede ser responsabilidad más que de contabilidad", reitera el exdirectivo de Caja Madrid.

El segundo pilar: asegura que se trataba de un complemento retributivo que no había que justificar. No obstante, el fiscal ve un pequeño problema en ese argumento: ¿por qué Caja Madrid o Bankia no practicaba retención fiscal por estas tarjetas si eran una retribución?

Tercer pilar: apenas leía correos electrónicos. Así que no se enteró, por ejemplo, de que su director de operaciones hablaba abiertamente de tarjetas 'Black' a efectos fiscales que tenían la bendición del presidente.

"No había leído este correo y no sé a qué bendición presidencial se refiere", se defiende Blesa ante uno de los correos expuestos como prueba. Sí reconoce que él subió los límites de las 'Black'. Sin embargo, tiene una explicación: había que recompensar el duro trabajo de su equipo.

"En todas las organizaciones se recompensa el esfuerzo y la dedicación", justifica el expresidente de Caja Madrid. Un trabajo muy bien pagado que desembocó en el hundimiento de la caja y el mayor rescate público de la historia de España.