Mensaje de tranquilidad a todos los funcionarios de cara a la celebración del referéndum. "A los funcionarios: tranquilos, no expondremos a nadie que no quiera exponerse, no arriesgaremos a nadie que no quiera arriesgarse, asumimos todas nuestras responsabilidades", afirmó Marta Rovira, portavoz parlamentaria de 'Junts Pel Si', en 'Catalunya radio'.

Rovira intenta calmar las aguas tras la decisión de Ayuntamientos, como el de Barcelona, de no ceder espacios públicos para poder votar. "El trámite ha quedado afectado por la suspensión del Tribunal Constitucional", aclara Pisarello.

Porque aunque la alcaldesa ha reiterado su disposición para que la gente vote, su límite está claro: "Garantizar la seguridad de los trabajadores publicos", escribe en su perfil de Twitter. Una decisión que para el presidente de la Asamblea Nacional supondría la muerte política de Ada Colau, eso sí, él mismo admite que si Rajoy estuviera dispuesto a pactar un referéndum, olvidarían el del 1 de octubre.

Para votar ese día y contando con el de Barcelona son ya siete grandes municipios de toda Cataluña los que se niegan a ceder locales. En la práctica supone que más de dos millones y medio de catalanes, es decir, un tercio de la población, se quedaría sin depositar su papeleta en las urnas.

Un voto que ya se está emitiendo desde el extranjero y que decenas de personas reclaman ante la puerta de los Ayuntamientos y con el apoyo del president de la Generalitat: Puigdemont les anima a que pidan explicaciones a quienes no les dejen votar. "Escuche, alcalde, alcaldesa ¿Me dejarás votar? ¿o impedirás que yo vote?", señaló Carles Puigdemont.

Un llamamiento al que se suma la CUP. "Empieza la época de la desobeciencia civil de toda la población, de todo un pueblo que va a salir a la calle y va a ocupar el espacio público", afirma Carles Riera, diputado de la CUP.

Como ésta: 12 miembros de Arran vinculados a los anticapitalistas quemando los nombres de los 12 jueces del Tribunal Constitucional que han suspendido la ley del referéndum.