Los estudiantes del bachillerato de ciencias sociales estudiarán latín "nolens volens", es decir, "quieran o no". Al unir los bachilleratos de ciencias sociales y de humanidades, el ministerio hace obligatorio el latín, y deja a las matemáticas como optativas. Es la última polémica de uno de los ministros más sui generis del gobierno.

“Es que nuestro interés es españolizar a los alumnos catalanes” es su salida de tono más conocida, pero también se ha llegado a preguntar si “está bien encaminado el estudiante que no llega al 6,5 para lograr sus becas, ¿O quizás debería estar estudiando otra cosa?”.

Ha llegado a pedir que los jóvenes se centren más en las salidas de las carreras que eligen. “Que piensen un poco en términos de las necesidades y de su posible empleabilidad”, decía el ministro.

Su rectificación acerca de las becas Erasmus ha sido apoyado por el Partido Popular durante toda la semana, después haber discrepado de esa decisión.

José Ramón Gómez Ugalde, portavoz del PP del ayuntamiento de San Sebastián, afirmaba el pasado viernes en laSexta Noche que "lamento la decisión que ha tomado el ministerio, y el hecho está en que al día siguiente rectificó y esa es la buena noticia, de la mala noticia que era el día anterior”.

Por todas estas polémicas, el ministro Wert no es bien visto por los estudiantes, que han convocado una huelga para este próximo 20 de noviembre.

Ana García, secretaria general del Sindicato de Estudiantes, explica que "es por demostrar una vez más que en las calle y en las aulas están en minoría y por lo tanto tiene que retroceder, tiene que dimitir el ministro y tienen que tirar atrás todos los ataques que están encima de la mesa”.

Los estudiantes quieren hacer ver al ministro de Educación que "errare humanum est", que "errar es humano".