Jordi Pujol ha renunciado a todos sus cargos y privilegios. A los del partido,  ya no es presidente fundador de Convergencia, ni de la federación Convergencia y Unió y también  a los que tenía como ex presidente de la generalitat.

Una oficina de 440 m2 en el centro de Barcelona con una plantilla de 3 personas, chófer y coche oficial, y una pensión vitalicia de 85.000 euros. Todo valorado en 730.000 euros. Mas ha asegurado que es una forma de minimizar el daño y que es un momento de gran dolor personal para él. 

Mas ha afirmado  que se enteró de la noticia de que su padre político tenía dinero en paraisos fiscales por la prensa. Y ha calificado el "caso Pujol" de asunto privado y familiar y no político. 

Para la oposición la renuncia de Pujol es insuficiente, piden que comparezca en el parlament para dar explicaciones a los catalanes. Y quieren que salga adelante una comisión de investigación. Algo poco probable ya que Convergencia Y Unió ni Esquerra Republicana, su socio en el gobierno catalán no parecen estar por la labor, ya que estarían apoyando al partido popular.

Dicen que es la justicia la que debe investigar al hombre que mandó en Cataluña durante más de 20 años.