En su réplica a la intervención de Tardà en el debate de investidura, Rajoy ha acusado a los dirigentes políticos independentistas catalanes de no querer dialogar ninguna solución a sus pretensiones sino de imponer unilateralmente la "fractura" de España.

"Es muy difícil negociar nada" cuando se propone un diálogo en forma de "contrato de adhesión", ha resaltado. El presidente del Gobierno en funciones ha advertido a Tardà de que Cataluña es "plural, diversa, pujante y abierta" y, no como pretenden presentarla los independentistas, como una "sociedad empequeñecida enfrentada al resto de los españoles donde prima el sentimiento monolítico del independentismo".

"Nada más lejos de la realidad", ha añadido. Y tras subrayar que "una amplia mayoría de catalanes" no es independentista, ha insistido en reprochar a los soberanistas que hablen de diálogo cuando su única oferta es "referéndum o referéndum".

Mariano Rajoy ha señalado por otra parte que "no ha sido el Gobierno de España el que ha judicializado un problema político". Por el contrario, le ha dicho a Tardà, "han sido algunos de sus dirigentes los que han situado la política fuera de la ley y la Constitución y en contra de las sentencias del Tribunal Constitucional".

Unos dirigentes que ha dicho que quieren vender como un anhelo su empeño de romper y fracturar. Rajoy ha reiterado que corresponde a la Justicia examinar las actuaciones de todos y tomar las decisiones que estime oportuno en defensa de la ley.

"Así funciona un Estado de derecho. La ley hay que cumplirla porque el sistema legal está para proteger a los ciudadanos del uso arbitrario del poder. Ese -ha añadido- es el abc de la democracia". Tras recalcar que lo que puede ocurrir es volver a "la ley de la selva", ha animado a Tardà a buscar los apoyos necesarios para provocar una reforma de la Constitución si eso es lo que desea.