El PSOE ha rechazado una mediación externa para la crisis en Cataluña porque considera que la salida a ese conflicto debe trabajarse en el seno del Parlamento español, donde los socialistas han pactado con el PP iniciar en 2018 el debate sobre la reforma constitucional.

"No necesitamos más mediadores que nosotros, que somos los representantes de las soberanía popular", ha exclamado la portavoz socialista, Margarita Robles, en el debate del Pleno de la Cámara Baja sobre la situación en Cataluña.

Robles ha reivindicado que éste es el "momento de la política" ante los momentos tan "difíciles y graves" por los que atraviesa la democracia española y ha reclamado empezar a buscar soluciones a este conflicto en la comisión ya creada en el Congreso, a instancias de los socialistas, para estudiar la posible modernización del Estado autonómico.

Un marco de debate en el que podría comparecer el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, o los diputados del bloque soberanista, y cuyos trabajos deberían servir para preparar una futura reforma constitucional.

Precisamente, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha anunciado un pacto con Rajoy por el que el presidente se compromete a iniciar en 2018 el diálogo sobre la reforma constitucional, mientras los socialistas le dan su apoyo si dedice aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña.

Tras este pacto entre ambos, Robles ha hecho una intervención centrada en presentar a su formación como un partido de Estado que, en sus 140 años de historia, ha contribuido a la llegada de la democracia y la modernidad a España y a la construcción del proyecto europeo.

Así, las críticas dirigidas a Rajoy se han limitado a criticar su gestión de la jornada del 1 de octubre y acusarle de no haber entendido la realidad catalana, como demostró el PP con su recurso de inconstitucionalidad del Estatut. Pero el PSOE, ha asegurado Robles, piensa seguir comportándose como un partido de Estado.

La portavoz ha recordado el espíritu generoso que caracterizó a los protagonistas de la Transición, de la que los socialistas se sienten "muy orgullosos" y ha apelado a ese espíritu para abordar la reforma de la Carta Magna, que el propio texto prevé. A los independentistas catalanes, Robles les ha advertido de que en un Estado de Derecho no pueden "imponer" unas normas al resto de la sociedad saltándose no ya la Constitución española, sino los propios preceptos del Estatut y las reglas del derecho internacional.

Por ese motivo, no pueden aceptar nada de lo que se derive de las llamadas leyes de desconexión, tramitadas saltándose las mínimas reglas democráticas. "¿Qué país se quiere construir cuándo sólo el 38 por ciento" del censo participó en el referéndum del 1 de octubre?", se ha preguntado.

Por eso, Robles ha pedido al Govern catalán que vuelva al marco constitucional porque dentro de él se puede hablar de todo, hasta de su propia reforma. Y en concreto ha urgido a Puigdemont a que responda al requerimiento del Gobierno previo a la aplicación del 155 pronunciándose claramente "a favor de los límites constitucionales y al diálogo dentro de la ley".