Rajoy llegó al Senado rodeado de sus hombres para darle un último e inesperado giro a la posición del PP sobre la huelga feminista de del 8 de marzo: "No me reconozco en la afirmación de huelga a la japonesa que ha hecho o no algún miembro de mi partido".

Fue hablar el presidente y aquellas que dijeron que harían huelga a la japonesa como Cristina Cifuentes o Isabel García Tejerina, ahora argumentan otra cosa. "Respeto la opinión de mi presidente y la opinión de todas las mujeres que van a ir a la huelga", señala Cristina Cifuentes, mientras que Tejerina niega haber señalado que haría esa huelga a la japonesa.


Ellas no son pioneras en modular su discurso ya que antes lo hizo Javier Maroto, que primero dijo que la manifestación estaba "convocada por Pablo Iglesias", y que luego matizó diciendo que era "perfectamente respetable" no trabajar el día 8 de marzo.

Lejos queda ya el argumentario que calificaba la huelga de insolidaria y elitista y este miércoles algunos alardean de ser los primeros en desmarcarse de esos calificativos y otras elevan el tono de su denuncia. "Hay que decir que hasta aquí hemos llegado. Estoy feliz del movimiento 'me too'", señala Ana Pastor. Lo que queda claro es que los populares ya no le cierran totalmente la puerta a la huelga.