Con las llaves en la mano y al grito de "abriremos", centenares de personas esperaban la aparición del president Puigdemont. Los miembros de la comunidad educativa que se han unido a la plataforma 'Escuelas abiertas' reciben entre aplausos a Puigdemont.

La razón: se han comprometido a abrir sus centros el 1 de octubre y suscriben el manifiesto 'Abriremos las escuelas', en reacción, dicen, a la orden de precintar los colegios en Cataluña para impedir votar: "Haremos lo que cada día hacemos: abrir nuestros centros".

Y como acto sombólico, han hecho entrega a Puigdemont de las llaves de los centros pro referéndum para que, según señalan, "el domingo nadie tenga ningún problema" para votar. Así, uno a uno han ido entregando la llave de su colegio al president, que ha querido tranquilizarles asumiendo la responsabilidad de la apertura de las escuelas.

"La responsabilidad es del Gobierno, que somos los que hemos asumido todas y cada una de las decisiones. Por tanto, somos nosotros los responsables y llegaremos hasta el final", ha afirmado el dirigente catalán. Junto a Carles Puigdemont se hallaba una emocionada consejera de Educación.

"Tenemos presente a nuestros abuelos, a nuestros padres, a nuestros hijos, a nuestros nietos", ha explicado Clara Ponsati tras el acto simbólico, que ha acabado con todos los presentes cantando 'Els Segadors', el himno de Cataluña, a coro.