Los abogados del gobierno madrileño contradicen a Esperanza Aguirre y ella ahora prefiere rebajar el tono para dejar de negar tajantemente el espionaje y limitarse a afirmar: "Yo no ordené espiar".

Aguirre pide que se aclare lo que ocurrió, pide que "si tienen nuevas pruebas que investiguen". El escrito de los letrados que avanzó la SER remitido al juez es contundente y en él explican que queda acreditado el espionaje a varios cargos

durante el gobierno de Aguirre, pese a que ella lo volvía a negar en laSexta Noche afirmando que "eso es una falsedad como un pino".

Cristina Cifuentes, por su parte, no ha querido entrar en detalles sobre el caso, en el que el gobierno que preside ejerce de acusación. En el escrito de calificación, los letrados no señalan a ningún responsable político detrás de esos seguimientos y se limitan a culpar al entonces director general de seguridad, y persona de confianza de Aguirre, Sergio Gamón, y al entonces subdirector Miguel Castaño.

Ellos fueron quienes, según los abogados, ordenaron el seguimiento entre marzo y mayo de 2008 de Manuel Cobo y Alfredo Prada, del equipo del entonces alcalde Alberto Ruiz Gallardón.