Rodrigo Rato comparece ante la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas de ahorro, y lo hace con el formato utilizado para los altos cargos.

De esta manera, se optó finalmente por un formato que incluye una intervención inicial de Rato sin límite de tiempo y, a partir de ahí, un intercambio de intervenciones con los grupos, pero sin el careo pregunta-respuesta habitual en otras comisiones de investigación. Durante esta intervención, también se ha criticado al exministro por su actitud "altiva".

Desde Unidos Podemos lamentaron reiteradamente que el formato elegido de intervención no permita un diálogo con el compareciente, que creen necesario para alcanzar una mayor concreción en sus respuestas.

Además Alberto Garzón recordaba en diciembre que al inicio de los trabajos de la comisión ya se había acordado el formato interrogatorio para determinados comparecientes, entre los que se encontraba Rato.

Este hecho no ha pasado inadvertido, y muchas han sido las críticas que han aparecido en redes sociales mostrando la indignación de los ciudadanos.

Por su parte, la presidenta de la comisión y diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, ha justificado la decisión de usar este formato alegando que cuando se utilizó el interrogatorio directo con el exsubgobernador del Banco de España Francisco Javier Aríztegui, la comparecencia duró más de tres horas y media, a pesar de que únicamente participaron cuatro grupos parlamentarios.

Además, considera que los temas de los que se hablan en la comisión no requieren del formato interrogatorio. "Las respuestas que se dan en esta comisión no son de un 'sí' o un 'no'. La materia nuestra es muy densa, son respuestas largas. Un minuto de pregunta pueden ser diez minutos de respuesta", asevera, recordando que el tiempo por grupo que se acordó en su momento para este formato descartado es de 15 minutos.