Lina huyó de los ataques terroristas diarios en Siria. Se fue cuando comenzó a haber atentados cerca de su casa y del colegio de sus hijos.

Es de las pocas refugiadas que ha conseguido llegar a España sin jugarse la vida: "No tuvimos que cruzar el mar como la mayoría de la gente".

Pero ha dejado a sus padres y a sus hermanas y explica que "tienen una situación muy difícil en el Líbano".

Le está siendo imposible conseguir que vengan a nuestro país. Según denuncian las ONG, el Gobierno Español pone muchas trabas a la reagrupación familiar de refugiados. Por esta vía sólo han entrado 327 personas.

El Compromiso total era acoger a 17.337, pero se acaba el tiempo, quedan menos de 100 días y ha llegado solo el 7%.

Ali, perseguido por la guerra religiosa, escapó de República Centroafricana. "En tu cabeza tienes la idea de salvar la vida, salvar la vida de tu familia", explica.

El año pasado, más de 65 millones y medio de personas, huyeron de atrocidades en todo el mundo. Con medidas tan desesperadas como la de Adou, de ocho años, encontrado dentro de una maleta cuando intentaba reunirse con su familia de Costa de Marfil.

No se marchan porque quieren, y a todos se les enquista un sentimiento en el corazón. "He pensado volver a mi país, si todo mejora, yo vuelvo", confiesa Ali. Todos quieren poder regresar un día a su hogar.