La decisión de Anna Gabriel de no comparecer ante el Supremo deja una incógnita principal: ¿qué pasará ahora?

En ARV, Gonzalo Boye, abogado de Toni Comín y Meritxel Serret, ha dicho que "es una estrategia de defensa legítima, parecida a la que hemos seguido nosotros".

Pero su caso es diferente al de Puigdemont y los otros exconsellers. Como Suiza ni es de la Unión Europea, el juez no puede librar una euroorden, tendría que emitir una orden de extradición.

"El juez Llarena debe valorar si le compensa pedir una extradición o una orden de detención", ha asegurado Joaquín Urias, profesor de Derecho Constitucional.

Para que sea aceptada, tiene que existir al menos un delito imputable en los dos países, que podría ser el de rebelión, ya que existe un artículo similar en el Código Penal suizo.

"Debe incluir la violencia, que eso es lo que ellos reclaman no haber hecho nunca", ha apuntado Javier Galán, abogado.

Pero ley helvética también contempla que la extradición puede ser denegada si se demuestra que el procedimiento "persigue a la persona por sus opiniones políticas", algo a lo que se aferra la exportavoz de la CUP, que no descarta pedir asilo político.

"Si no puedo (seguir trabajando) porque piden la extradición, solicitaré el asilo político?", ha declarado Anna Gabriel en RTS - Radio Television Suisse.

Una posibilidad que ni se plantea el Gobierno. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha destacado que "no hay ningún temor en ese sentido".

En caso de que finalmente se pida su extradición, la Oficina Federal de Justicia tendría la última palabra, aunque luego ella podría recurrir ante el Tribunal Penal Federal.