Han participado 40 grupos musicales catalanes, además se han leído cartas de los presos y se han proyectado vídeos de los que están actualmente en Bruselas.

Asimismo, han estado presentes en el concierto Artur Mas, Marta Rovira, Carme Forcadell y otros políticos que han pedido que se haga justicia y que los presos salgan de la cárcel.

"Estamos muy contentos, esta mañana superabamos las 50.000 entradas que es aproximadamente el aforo del espacio", ha declarado Agustí Alcoberro, vicepresidente de ANC. "Sirve para apoyar a las familias, que las tenemos a nuestro lado y que evidentemente, desde el primer día están sufiendo mucho ante esta incertidumbre", ha añadido Marta Rovira.

El concierto se ha prolongado por casi tres horas y ha llenado el estadio olímpico Lluís Companys de Barcelona. Los asistentes han encendido también las luces de sus teléfonos móviles mientras sonaban algunas canciones como 'L'Estaca', de Lluís Llach.

Familiares de los encarcelados han subido al escenario entre canción y canción para dirigir algunas palabras, mientras el presidente cesado de la Generalitat, Carles Puigdemont, y los exconsellers que se encuentran en Bruselas han enviado vídeos con mensajes que se han emitido durante el acto.

Puigdemont ha agradecido haber demostrado "cómo es el pueblo de Cataluña" y haber contribuido a la "caja de solidaridad", y ha pedido a sus seguidores que no abandonen la "esperanza" y sigan "en pie" para alcanzar el "sueño" que representa la independencia.

Algunos familiares de los encarcelados han leído cartas de los ocho exconsellers y los presidentes de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y la ANC, Jordi Sànchez, y otros han compartido con el público mensajes dirigidos a sus personas más cercanas.

El ex vicepresidente Oriol Junqueras ha pedido en su carta a los ciudadanos que vayan a votar "con una sonrisa en los labios" y se ha mostrado convencido de que el 21D "despertará el interés europeo y de la opinión pública internacional".

En el concierto han abundado banderas esteladas y muchos de los asistentes han vestido prendas amarillas, color que se ha erigido en símbolo de la reivindicación de libertad para los detenidos.