La crítica mas dura al rey ha llegado desde ERC, donde su portavoz en el Ayuntamiento de Barcelona afirma que "debe abandonar la unilateralidad de las porras, de la violencia y de los gobiernos elegidos democráticamente encerrados en prisión".

Aunque desde su partido, Forcadell es mucho menos dura y respeta la opinión de Felipe VI, aunque también espera "que se respeten las opiniones de los catalanes y las catalanas que se expresaron en las urnas el pasado 21D".

Apuntan que en el discurso del 3 de octubre, el rey usó un tono mucho más duro, pero no ven "una rectificación" con respecto a aquellas declaraciones, que consideran "desafortunadas".

Sin embargo, para ellos, él fondo es el mismo, como dice el portavoz de Junts per Catalunya Edouard Pujol. "Yo no me quedaría en lo superficial, iría al fondo y volvió a ser el rey del 155", declaró.

Para ANC este no es el camino para encontrar una solución, mientras que a Òmnium Cultural le molestó especialmente el comentario de "esta noche de encuentro de familias" porque su líder en prisión y no puede encontrarse con la suya. Además, insisten en que este es un conflicto político que "sólo se resolverá con el diálogo".