Trapero dio la cara inmediatamente después de los atentados: en una rueda de prensa contestó a todas las preguntas y fue prudente asegurando que no preveían un ataque de forma inminente, aunque después hubo un uno en Cambrils. Durante todos los días posteriores, sus comparecencias se repitieron: contestó en todo momento y se alabó la transparencia de los Mossos.

"Bueno, pues molt be, pues adiós", así le respondió a un periodista holandés que le exigía que hablara en castellano, frase que acabó hasta en camisetas después de hacerse viral.

Pero cuando se le hizo la pregunta sobre los avisos de la CIA sobre posibles atentados en la Rambla, lo negó: "Algunos ponen mierda, otros flores, cada vez algunos están más lejos de la gente".

Con la publicación del aviso, pasó al ataque contra los periodistas: "Consideraría positivo que el señor Hernández y el señor Mauri, que nos tratan de mentirosos, hubieran estado en esta rueda de prensa y le preguntaría quién le ha dictado todo eso".

Ahora se le critica que hace meses dijera esto de las medidas de seguridad como los bolardos: "No tomaremos medidas por si acaso, por postureo".