El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha trasladado en Gernika "un mensaje radical contra la guerra y a favor de la paz en el mundo", así como de "esperanza de que es posible vivir y convivir en paz, sin guerras y sin terrorismo".

El presidente vasco se ha pronunciado de este modo durante el acto de plantación simbólica en la localidad vizcaína de Gernika de un retoño del Ginkgo Biloba, árbol que volvió a brotar tras la bomba atómica en Horisima, con la presencia del propio alcalde de esta ciudad, Kazumi Matsui, y del regidor de Gernika, José María Gorroño, así como la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, y el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria.

En su intervención en este acto, que se desarrolla dentro del programa de conmemoración del 81º aniversario del bombardeo de Gernika el 26 de abril de 1936, Urkullu ha destacado el "profundo significado" que tiene "hermanar" el roble de Gernika y el Ginkgo Biloba de Hirosima.

"Hoy trasladamos juntos un mensaje radical contra la guerra y a favor de la paz en el mundo", ha dicho el presidente vasco, que ha trasladado un "mensaje de esperanza de que es posible vivir y convivir en paz, sin guerras y sin terrorismo". El lehendakari ha subrayado que el árbol de Gernika es un "símbolo de paz, democracia y libertad", que "nunca debería utilizarse para justificar la violencia de ningún tipo".