Un agente de la Guardia Civil entra en el Centro de Telecomunicaciones de la Generalitat. Un sitio clave para organizar el referéndum catalán donde ahora buscan correos que pueda probar la pasividad de los Mossos el 1 de octubre.

Una operación policial que no ha gustado a los empleados, que han salido a protestar con una gran senyera. "No queremos que se normalice la presencia de la Guardia Civil en nuestro lugar de trabajo", ha señalado uno de los trabajadores.

Un juzgado de Lleida ha puesto la lupa sobre la actuación en el referéndum del cuerpo que dirige Josep Lluís Trapero, que ha recibido una ovación durante un acto de los Mossos.

Los investigadores creen que la cúpula de los Mossos supuestamente habría maquillado el número de colegios cerrados el 1 de octubre para poder justificarse judicialmente en connivencia con la Generalitat.

Además de este registro, también han entrado estos días en el centro del 112 de Reus y en la comisaría de los Mossos en Lleida, que registraron durante 11 horas en busca de grabaciones internas.