Del millón de euros que Francisco Granados ocultaba en un armario en casa de sus suegros hemos escuchado las explicaciones más descabelladas.

Juan Alarcón, suegro de Francisco Granados, afirmaba ante el juez: "En el dormitorio entró gran cantidad de gente, como fontaneros o personal de Ikea para poner un armario, yo no puedo estar todo el día en el dormitorio. Como el cuarto de baño está en el dormitorio, todo el mundo tiene la manía de entrar allí".

Sin embargo, el juez Eloy Velasco no encontró argumentos más sólidos en la suegra, Catalina Castellanos, quien se justificaba diciendo que no tenía "ni idea".

Ahora, ocho meses después de esas declaraciones, es el propio Francisco Granados quien admite, por primera vez, que el dinero es suyo, afirmando que "tenía una cuenta en Suiza, y el dinero le fue reintegrado por Marjaliza".

Granados hace esta confesión para pedirle al juez que le saque de la cárcel. En el escrito, Granados asegura, después de casi dos años preso, que si le dejan libre no piensa fugarse porque su familia le necesita.