De la Serna tenía un nuevo negocio: intermediar en la venta de una empresa española. En una reunión en enero De la Serna propone al empresario vender su negocio a una empresa extranjera con la que Gustavo de Arístegui, embajador de la India, tiene buenos contactos. Pero todo tiene un precio.

Finalizada la reunión, el diputado del pp se queda a solas con su socio y hacen números. Nuevas conversaciones que demuestran el lobby comisionista entre Arístegui y el todavía diputado Gómez de la Serna.

De la Serna sigue sin dimitir, pero el Consejo de Ministros ha aprobado el cese del ya exembajador de la India. Arístegui tiene un mes para organizar su salida.