Francisco Correa advirtió el último día del juicio de la primera época de Gürtel que ofrecería su colaboración "a partir de ahora en todas las causas". Era el pasado noviembre y ya ha empezado a cumplir.

Para empezar, lo hace en la pieza valenciana, sobre la que ha enviado un escrito a la Fiscalía en el que Correa hace varias confesiones.

La primera, que fue Francisco Camps quien les propuso organizar sus campañas cuando las empresas de la trama dejaron de trabajar para Génova: "Álvaro Pérez tenía un contacto que le presentó a Francisco Camps, quien le propuso hacer eventos para el PP de Valencia".

La segunda, que el Partido Popular les pagaba de tres formas distintas "mediante facturas correctas, mediante pagos en 'b' y mediante la creación de facturas ficticias que se giraron a distintos empresarios por trabajos no realizados realmente a sus empresas".

Nueve empresarios han confirmado a la Fiscalía que efectivamente pagaron actos del PP en dinero negro. Entre otros, el omnipresente en las causas de corrupción valencianas, Enrique Ortiz.

Camps no es uno de los procesados en la pieza valenciana. Así que el principal perjudicado por la confesión de Correa es Ricardo Costa, que fue secretario general del PP valenciano con Camps, y por tanto era su máximo responsable.

Según ha podido saber laSexta Noticias de fuentes cercanas a él, Costa se va a defender atacando y va a decirle al tribunal que todas las cuentas estaban auditadas por PP Nacional.

Entre las campañas presuntamente pagadas en 'b' están las autonómicas de 2007 y las nacionales de 2008, con mítines de Rajoy incluidos.