El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, no informó personalmente a la dirección ejecutiva del PDeCAT del cese del conseller de Empresa, Jordi Baiget, lo que generó malestar y desconcierto en la formación y pone de relieve la distancia del president con la cúpula de la formación.

Fuentes del PDeCAT han indicado que el cese generó "sorpresa, desconcierto y malestar" en cuadros del partido, que cuestionan las formas del presidente catalán a la hora de gestionar la decisión. Algunos miembros del PDeCAT consultados incluso hablan de "golpe de Estado" en el partido tras la destitución de Baiget, hombre próximo al líder de la formación, Artur Mas, lo que pone de relieve la distancia entre el presidente catalán y la dirección de la formación.

La sorpresa por el cese de Baiget se explica, en gran parte, porque Puigdemont no comunicó personalmente a la dirección ejecutiva de su partido la decisión; tampoco durante la jornada comentó la posibilidad de retirar la confianza al ya exconseller, según las fuentes consultadas. La coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, solo tuvo conocimiento anoche a través de la consellera de Presidencia, Neus Munte, pero no ha sido hasta la mañana siguiente que Puigdemont ha hablado con ella, según han explicado fuentes de la formación.

Pese al malestar en el partido heredero de CDC, han sido pocos los nombres que han optado por airear las discrepancias en público. El más destacado ha sido el exconseller Francesc Homs, quien en diversos mensajes en Twitter dijo "no compartir" la destitución de Baiget y afirmó que si se le echa por "unas declaraciones más o menos afortunadas, hay que sobran hace tiempo" en el Govern, un mensaje que podría ir dirigido a miembros de ERC.

"Además, políticamente decisiones así ni suman ni hacen grande el proyecto, sino todo lo contrario", subrayó Homs, que añadió una reflexión: "¿Cómo es que de momento somos los del PDeCAT a los que nos condenan los de Madrid y/o nos quieren fuera algunos de Cataluña? Hasta los huevos", escribió ilustrando esta última palabra con un "emoticono".

Otra condenada por el 9N, la exvicepresidenta del Govern Joana Ortega, antes dirigente de Unió pero muy próxima en día al PDeCAT, escribió en Twitter: "Los que nos la jugamos el 9N queríamos que todo el mundo pudiera opinar, también Jordi Baiget. A favor de sumar, nunca de restar".