En una nota interna, López, hasta ahora número dos de los Mossos d'Esquadra, asegura a los agentes del cuerpo que asume con "responsabilidad" el encargo del Ministerio de Interior, que le ha designado nuevo jefe de la policía catalana en sustitución de Josep Lluís Trapero, cesado esta madrugada por el Gobierno del rango de mayor.

"Como ya ha hecho público por la mañana el Ministerio de Interior, he sido designado nuevo jefe de los Mossos d'Esquadra. Asumo con responsabilidad este encargo y os pido que continuéis trabajando con la misma profesionalidad y lealtad que habéis venido demostrando en todo momento", indica López en el comunicado interno.

El nuevo jefe de los Mossos garantiza en su escrito que la nueva asunción de responsabilidad "comporta que se mantendrá intacta la actual estructura de mando y el normal funcionamiento del cuerpo".

En aplicación del artículo 155 de la Constitución, el Gobierno ha cesado hoy como mayor a Trapero, actualmente imputado por sedición en la Audiencia Nacional, y ha designado como sustituto a Ferran López, que hasta ahora era su número dos, al frente de la Comisaría Superior de Coordinación Territorial.

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha hablado ya por teléfono con López y le ha recordado el compromiso que tiene como funcionario para cumplir y hacer respetar las normas del Estado de Derecho. López, de 50 años, ha alcanzado en los últimos años altas cotas de poder en la cúpula de la policía catalana, pero su talante discreto, por el que siempre ha rehuido el protagonismo, le ha relegado a la sombra del hasta ahora todopoderoso Trapero, un mando con un perfil más personalista.

El nuevo jefe de los Mossos, que ingresó en la policía catalana en 1990, es una persona de un talante dialogante que se ha ganado el apoyo interno del cuerpo de la policía catalana porque siempre busca el consenso y le gusta rodearse de su equipo para tomar las decisiones tras escuchar todas las opciones.

López ha asumido el cargo de jefe de los Mossos después de que Trapero haya acatado su cese como mayor, a través de una carta en la que ha pedido a los agentes de la policía catalana que mantengan la "lealtad y comprensión" hacia las decisiones de los mandos que le relevarán.

En la carta, Trapero, que mantiene la plaza de comisario, afirma que para él hoy no es un "día fácil" porque le han comunicado su cese como mayor, si bien subraya el "inmenso honor" que le ha supuesto estar al frente de los Mossos y reivindica que la policía catalana es una organización "profesional, moderna y eficaz, con una ambición constante para sobresalir en todo lo que hace".