El Congreso de los diputados debate la moción de censura presentada por el PSOE contra Mariano Rajoy que podría dejar en fuera de juego al actual presidente del Gobierno y a su Ejecutiva. El objetivo de Rajoy es evitar que la propuesta cuente con los 176 apoyos mínimos necesarios -algo muy improbable tras el apoyo a la iniciativa que ha anunciado el portavoz del PNV, Aitor Esteban-, y así poder agotar su legislatura teniendo las mismas funciones.

Pero ¿qué pasaría si, conociéndose el apoyo de los nacionalistas vascos al PSOE -y haciendo caso al 'ultimátum' de Pedro Sánchez-, Rajoy decidiera presentar su dimisión? En estas circunstancias, la Constitución Española recoge preceptos muy claros sobre lo que sucedería a continuación. Contrario a los rumores que han rodeado la moción de censura en las últimas horas, el presidente del Gobierno no podría convocar elecciones. Rajoy ya perdió dicha oportunidad en el momento en que el PSOE registró la moción de censura en el Congreso.

Sin embargo, no es la única baza con la que cuenta el Partido Popular si puede confirmar que la moción prospera: abrir las urnas no es la única salida con la que cuenta el Gobierno. Esto es, si bien es cierto que Rajoy pierde el poder de convocatoria de elecciones, sí puede evitar con su dimisión que Sánchez se convierta en presidente y forme un gobierno alternativo hasta la celebración de nuevos comicios. La Constitución recoge en el Artículo 101 que si "el Gobierno cesa tras la celebración de elecciones generales, en los casos de pérdida de la confianza parlamentaria previstos en la Constitución, o por dimisión o fallecimiento de su presidente", este mismo Gobierno "continuará en funciones hasta la toma de posesión del nuevo Gobierno.

Existe un precedente en España para avalar esta situación. Adolfo Suárez ha sido, hasta ahora, el único presidente de la democracia que ha dimitido. Tras su cese, y hasta la investidura del siguiente dirigente, Leopoldo Calvo Sotelo, Suárez siguió asumiendo, aunque en funcines, las responsabilidades de la Presidencia del Gobierno. Sin embargo, en este caso, ¿cómo se elige al sucesor de Rajoy? Al haber sido el presidente del Gobierno quien ha renunciado a continuar en el cargo, la decisión de investir a un nuevo presidente recae de nuevo en el rey Felipe VI.

El jefe de Estado se verá sometido a una situación idéntica a la de las últimas elecciones generales. Esto es, designar a un candidato que deberá presentarse a un debate de investidura. Así, es la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien asumiría de forma inmediata la responsabilidad del Gobierno en funciones. Además, podría ser la candidata elegida por el monarca para liderar el país. Se da la compleja circunstancia de que la cámara que elige al nuevo Gobierno tiene una composición de lo más variada, lo que podría llevar, si no se logra un acuerdo común, a nuevas elecciones.

Así, las opciones que se barajan actualmente sobre la mesa son las siguientes: que la moción de censura no prospere y Rajoy siga gobernando como lo ha ido haciendo hasta agotar la legislatura; que la moción vaya a salir y Rajoy dimita para dar el poder a un Gobierno en funciones aún presidido por el PP, que podrá elegir un nuevo candidato para ser investido y agotar los plazos; o que la moción salga adelante y que Pedro Sánchez forme un Gobierno alternativo con el que agotar la legislatura o con el que convocar elecciones.