Dándose la mano, es el saludo entre camaradas al cruzarse, así les gusta llamarse entre ellos. Paco, uno de los dos españoles deja detalles de las consignas militares durante la grabación. Completamente integrados en esta brigada internacional del PKK que lucha contra ISIS en Irak.

Con un vídeo hace unos meses llamaban al alistamiento voluntario masivo. Llaman a europeos en varios idiomas. Completamente convencidos: "Nosotros somos combatientes. Nosotros, cuando decidimos llegar aquí, nuestro compromiso con el pueblo kurdo tenía que ser total, y para ser total tenemos que ir a primera línea del frente", afirma.

Un pueblo kurdo tratado, dicen ellos, despectivamente por los gobiernos de Irak y Siria. Muy perseguidos por Al Asad y también en Turquía, donde el PKK es considerado una organización terrorista. Un pueblo sin lugar. Controlan parte del noroeste de Siria y el norte de Irak. Pero quieren tener Estado propio sumando a su territorio parte de Turquía e Irán.

A esta situación se le suma el asedio de ISIS y esto ha suscitado la promesa del compromiso total de estos combatientes, hasta el punto de llevarles a luchar a vida o muerte. "Actualmente la primera línea de fuego somos nosotros, los peshmergas están en puntos flanqueando la posición, pero la primera línea que combate abiertamente con el Daesh (ISIS) somos nosotros".

Un paso por delante de los peshmergas que apoyan al ejército iraquí. Han querido tomar la iniciativa, aleccionados para matar. Su cuartel general en el pueblo iraquí de Sinjar es buena prueba de ello. Recorremos con uno de los combatientes españoles parte del entramado hasta llegar a una habitación escondida.

Utilizan bidones cargados de explosivos y construidos de manera casera. "Este recipiente de metal son minas para coches. Ponen dentro la carga, ponen un cable y cuando pasa un coche explota". Es el día a día, bombas y balas. Aquí el mañana no está garantizado.