Arias Cañete conocía el sobrecoste de 40 millones que se le iba pagar a FCC. En un correo que publica la SER, la directora del Agua le pide a Arcadio Mateo información sobre esa obra para la reunión que Cañete, entonces ministro de Agricultura, mantendría días después con la constructora.

La sucesora de Cañete quita hierro al asunto y explica que "esa reunión fue agendada por el gabinete como tantas otras con empresas". Pero el señalado en cuestión prefiere no hablar. Arias Cañete no ha dado todavía explicaciones sobre su posible implicación. Según los expertos, este tipo de reuniones con asistencia del ministro no son tan habituales como defiende Tejerina.

Quien también contradice la versión del ministerio es Francisco Valiente, el extrabajador que denunció las irregularidades, asegura que denunció el escándalo antes de que le comunicaran que iba a ser despedido. Desmintiendo así la explicación del secretario de Estado de Medio Ambiente.

Además, hoy Vozpópuli destapa el mayor pelotazo de la trama: un sobrecoste de 227 millones de euros en la construcción, por parte de Acciona, de la desaladora de Torrevieja. Dinero público, procedente en parte de fondos europeos. Por eso Bruselas ha pedido más información al gobierno sobre el escándalo Acuamed.